miércoles, 11 de enero de 2017

Zygmunt Bauman

Como algunos sabréis, soy estudiante de sociología, cosa que ya he mencionado anteriormente, por eso hoy es un día triste para mi. Los que leáis las noticias ya sabréis que ayer día 09 de enero de 2017, falleció Zygmunt Bauman a sus 91 años de edad, filósofo, sociólogo y gran pensador de los siglos XX y XXI.
Así que hoy en lugar de escribir una reseña literaria de alguna novela he decidido escribir un pequeño artículo sobre la obra de Bauman, escritor que ha influenciado profundamente mi pensamiento.
Así pues seguimos con un poquito de biografía.
Zygmunt Bauman, ( Poznan, Polonia, 1925 – Leeds, Reino Unido, 2017) premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades junto a Alain Touraine en 2010, fue catedrático emérito de Sociología de la Universidad de Varsovia. Su carrera académica lo llevó a ejercer la docencia en las universidades de Leeds, Tel Aviv, The London School of Economics, entre otras.
Desde sus inicios en la década de 1970, su visión de la sociología ha reivindicado para esta disciplina un papel menos descriptivo y más reflexivo. Sus aportaciones a la conceptualización de la posmodernidad, a la que él denomina «modernidad líquida» han sido plasmadas en diversos ensayos que le valieron el reconocimiento internacional.
Después de explicaros un poquito quién fue este señor al que muchos compañeros de profesión tanto admiramos me gustaría poder introduciros también de una forma simple y concisa algunos de los conceptos que acuño a lo largo de sus mas de 100 publicaciones, especial mención a "La modernidad líquida", "Amor líquido" y "La vigilancia líquida", donde hizo una de las mejores descripciones de la sociedad moderna que he leído a lo largo de mi carrera.

La modernidad líquida
La modernidad líquida –como categoría sociológica– es una figura del cambio y de la transitoriedad, de la desregulación y liberalización de los mercados. La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta también dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones. 
El amor se hace flotante, sin responsabilidad hacia el otro, se reduce al vínculo sin rostro que ofrece la Web. Surfeamos en las olas de una sociedad líquida siempre cambiante –incierta– y cada vez más imprevisible, es la decadencia del Estado del bienestar. 
La modernidad líquida es un tiempo sin certezas, donde los hombres que lucharon durante la Ilustración por poder obtener libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentran ahora con la obligación de ser libres asumiendo los miedos y angustias existenciales que tal libertad comporta; la cultura laboral de la flexibilidad arruina la previsión de futuro


El amor líquido. 
Amor líquido continúa el certero análisis acerca de la sociedad en el mundo globalizado y los cambios radicales que impone a la condición humana. En esta ocasión, se concentra en el amor. El miedo a establecer relaciones duraderas, más allá de las meras conexiones. Los lazos de la solidaridad, que parecen depender de los beneficios que generan. El amor al prójimo, uno de los fundamentos de la vida civilizada y de la moral, distorsionado hasta el temor a los extraños. Los derechos humanos de los extranjeros y los diversos proyectos para "deshumanizar" a los refugiados, a los marginados, a los pobres. 

La vigilancia líquida
El libro examina en qué medida la noción de vigilancia líquida es útil para atisbar lo que está ocurriendo en el mundo del control por monitores, el seguimiento, el rastreamiento, la clasificación, la comprobación y la observación sistemática que denominamos vigilancia. Este es el eje que se inicia con dos debates históricos: el primero trata del modelo del panóptico como medio de vigilancia; el segundo versa sobre la evolución contemporánea de la vigilancia desde una perspectiva global, hasta el punto de que no parece quedar sitio alguno donde esconderse, y de cómo este hecho se considera positivo. Pero estas consideraciones nos llevan hacia cuestiones más amplias que no suelen tratar los debates sobre vigilancia. Es esta una conversación en la que cada uno de los participantes contribuye más o menos en la misma medida.

Bueno y hasta aquí mi pequeño homenaje al maestro Bauman, seguiré ampliando el artículo con más información y conceptos en breve a ver si alguien mas se anima a leer alguno de sus artículos.
¡Nos leemos! 





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